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Somos lo que consumimos

Desde la antigüedad el arte está presente en nuestras vidas, como medio de expresión. Ha permitido que el ser humano se exploré así mismo, se reconozca y trasmita su sentir al exterior, por medio de la pintura, la escultura, la literatura, la música, la danza, la arquitectura y el séptimo arte; el cine.

No solamente es sensibilidad y belleza, es una herramienta poderosa de aprendizaje, de ahí la importancia de valorarlo y fomentarlo desde la familia, la creación es una forma de expresión de uno mismo como el modo en que se ve la realidad. Se trata de cómo plasmar una idea, una experiencia, un sentimiento o bien una fantasía. Esto ayuda a sentirse libre, experimentar e interactuar con el mundo.

Uno de los mayores beneficios que proporciona el arte, más allá de convertirse en simple decoración, es reforzar el estilo del espacio, la personalidad de sus habitantes y la esencia de la familia. El arte ha explorado todos los registros del alma humana a través de la historia. Por eso, cualquier persona podrá encontrar una pieza, un artista, una corriente, que represente su manera de ser y la identidad que quiere imprimirle a su espacio personal.

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En estos tiempos encontramos arte para todos los gustos, la obra de arte no tiene porqué ser elitista y considerarse un bien de lujo, al contrario, es un derecho de todo ser humano, además de ser accesible, en las escuelas de nivel básico no se concede suficiente importancia al aprendizaje creativo ni existen proyectos de este tipo cultural.

Se suele limitar mucho el tiempo de las actividades artísticas puesto que se consideran más una distracción que una herramienta de aprendizaje, por ello, debemos procurar fomentar el arte en casa.

Darle lugar al arte no significa que se deba dejar de lado las responsabilidades académicas ni de que el niño deba dedicarse a las artes toda su vida. Se trata de aprovechar esta poderosa herramienta para un desarrollo integral.

El arte no tiene porqué ser exclusivo ni excluyente, los espectadores, los compradores tienen derecho a deleitarse con obras de artistas de todos los tiempos, la gama y diversidad de estilos que existen y con precios razonables facilitan la posibilidad de adquirir piezas originales o reproducciones con buena calidad, muchas personas optan por esta alternativa para adornar sus casas de acuerdo a sus posibilidades, sin excusa, el arte debe estar a nuestro alcance para disfrutar de él, para que los hogares luzcan como auténticas galerías y nos brinden una rica experiencia estética todos los días.

El conocimiento, la comunicación que exista con quien te rodea te ayudara mucho a elegir la obra adecuada, además de leer e informarte de los artistas y creadores que existen en tu localidad, hoy más que nunca, debemos de apoyarnos mutuamente, no es consumismo, ni coleccionismo sino una decisión personal y una inversión, de ahí la importancia del conocimiento que tengas del tema.

Este tiempo en casa despierta las nuevas formas de ver la vida, nos damos cuenta que se es posible vivir sin shopping, sin bares, sin restaurantes, que el consumo desenfrenado no es necesario. Las prioridades han cambiado, es tiempo de reforzar los valores para encontrar el placer en una buena película, un excelente libro, o en una excepcional obra de arte, así que vamos a recrear nuestro mundo. Iniciemos por nuestro hogar date un cuadro de regalo, las pinturas inspiran, alegran, calman, desafían, transmiten amor, vida, pasión, son una ventana a la imaginación de sensaciones. La pintura mejora mucho el espacio en el que vivimos, dan emoción y suman riqueza a nuestra forma de habitar y ver el mundo.

*Creador y artesano iturbidense