28 de agosto, 2023
- La contaminación de una granja porcícola afecta no solo a habitantes, sino a niñas y niños de ocho centros escolares.
El inicio de clases del ciclo escolar 2023-2024 no fue del todo satisfactorio para la niñez guanajuatense, ya que las y los jovencitos de preescolar y primaria de las comunidades de La Palmita, San Antonio Viborillas, Atonguito, Viborillas, La Canela, Los Vega de Abajo, El Ciprés y Los González deberán convivir con el inconveniente que representa el desagradable olor de una granja de puercos que recientemente se instaló en la zona y que ha provocado la inconformidad de los habitantes.
El desacuerdo generó una manifestación de rechazo el pasado mes de julio ante las autoridades municipales, lo que provocó la clausura parcial de la granja y el inicio de un procedimiento administrativo y legal que tardará mucho tiempo en resolverse.
Alrededor de la granja porcícola se ubican tres escuelas primarias (en San Antonio Viborillas, La Canela y Los Vega de Abajo), así como cinco instituciones preescolares (La Palmita, San Antonio Viborillas, Atonguito, Viborillas y La Canela), que en suma dan servicio educativo a alrededor de 320 educandos y quienes a partir de ahora tendrán la tarea de convivir con el malestar que generan cerca de 4 mil cerdos en engorda, en detrimento de su bienestar y salud.
Desde el pasado mes de junio, los habitantes de las ocho comunidades se inconformaron de manera oficial ante las autoridades municipales, a través de diversos escritos, pero al no contar con una respuesta precisa, tomaron la decisión de acudir a finales julio a la Presidencia Municipal, para externar su queja.
Tras la manifestación pacífica que realizaron, acompañados de niñas y niños, una comitiva fue atendida por los secretarios del Ayuntamiento, Seguridad Pública y Obras Públicas, así como los directores del SMAPA, Medio Ambiente y Ecología, Protección Civil y Desarrollo Urbano, donde surgió el compromiso de clausurar de manera parcial la granja, esto por irregularidades en el permiso de uso de suelo, entre otras, e impedir así el acceso de más animales, pero sin contar aún con un censo sobre los mismos.
A partir de entonces, los habitantes han documentado todas las maniobras que, de manera irregular, aparentemente, han realizado los propietarios, pues a pesar de que había restricciones para el acceso de unidades, el gobierno municipal solo clausuró un acceso, dejando otra entrada prácticamente libre.
Una vez más, los vecinos se inconformaron y tras solicitar el cierre del otro acceso, éste fue clausurado cinco días después (el 15 de agosto).
No obstante, la granja buscó la forma de acceder, de manera irregular y sin avisar a las autoridades, mediante un camino privado y luego derribando una parte de la malla ciclónica que circula una zona de la propiedad. De ello, los habitantes tienen plena evidencia gráfica y en video.
Sin saber si ingresaban o no más cerdos, de nueva cuenta solicitaron audiencia en Presidencia, ahora con la alcaldesa en primera fila, donde se les informó que el proceso administrativo no sería del todo terso, ya que la contraparte tiene derecho de audiencia y de inconformarse.
Se tomó la decisión de levantar un censo de los animales en la granja y de permitir el acceso de unidades vehiculares para el suministro de alimento. El conteo arrojó cerca de 3 mil 900 cerdos, pese a que los encargados de la granja habían reportando antes alrededor de 2 mil 500 animales.
Previo a la reunión con los habitantes, funcionarios de la Presidencia se reunieron también con los dueños de la empresa y su representante legal.
Es importante destacar que el predio en conflicto funcionó muchos años como establo de vacas y reses, lo que derivó en su momento en desacuerdos con la población, debido a la permanente contaminación que generaba.
El alcance del rechazo no fue tan evidente, ya que el crecimiento poblacional no alcanzaba tan marcada cercanía como ahora.
Es así como ahora la descarga de aguas residuales, sin la normatividad adecuada -algo que ha constatado el propio SMAPA-, aunado a la temporada de lluvias, ha provocado mayor malestar, pues la contaminación al medio ambiente es más que evidente para los habitantes y, sobre todo, ahora, para las niñas y niños que acuden a los ocho centros educativos de la zona.
La Opinión buscó reacciones del delegado de la Secretaría de Educación, Héctor Teodoro Montes, y de la Jurisdicción Sanitaria II, Jorge Vidargas Rojas, pero al momento no se tuvo respuesta favorable. Y es que ambos funcionarios estatales participaron la semana pasada en un webinar que tuvo con objetivo dotar de información a madres y padres de familia sobre la guía de salud vigente para el buen regreso a la escuela en la zona, en educación básica, esto es, en un entorno propicio para que las y los estudiantes aprendan y se desenvuelvan en entornos saludables.
La granja tendría capacidad para tener al menos 12 mil cerdos, lo que, de cumplirse, generará un problema mayor de salud si no se toman las medidas sanitarias y de control y prevención correspondientes.