- En septiembre de 1820, habitantes de San José Casas Viejas solicitaron formalmente a Guanajuato la instalación de su primer Ayuntamiento, petición que se formalizó en marzo de 1821.
La historia de San José Iturbide forma parte de un libro que no termina de escribirse… Y es que en septiembre de 1820, habitantes de San José Casas Viejas solicitaron formalmente a Guanajuato la instalación de su primer Ayuntamiento, petición que se formalizó seis meses después, para establecer así el primer peldaño formal de la vida política, económica y social de SJI.
La solicitud formal se hizo al intendente de Guanajuato, don Fernando Pérez Marañón, para la instalación del primer Ayuntamiento en San José Casas Viejas, el cual se formalizó en marzo de 1821, al dar origen al primer alcalde, un segundo presidente, dos síndicos, ocho regidores y un secretario.
El historiador Miguel Ferro Herrera señala que la Constitución de Cádiz (publicada en 1820), sirvió de gran aliento a la vida institucional y democrática de América, pues en una de sus leyes secundarias establecía la figura de los ayuntamientos, dando respiro así a los abusos y autoritarismo que por mucho tiempo se vivió sobre todo del despotismo y extorsión de la milicia en cada pueblo.
“En septiembre de 1820, se solicitó al intendente de Guanajuato, don Fernando Pérez Marañón, la instalación del ayuntamiento en San José Casas Viejas, el cual se obtuvo de manera inesperada e instaló solemnemente en marzo de 1821. La elección la presidió el teniente de Dragones del Príncipe, don Pedro Wille con la investidura de jefe político militar y comandante del destacamento, quien por cierto se negó a firmar el acta de la elección y quien al poco tiempo marchó con el Ejército Trigarante”.
En sus Apuntes Históricos de la época, don José Luis Morelos, director de los juzgados populares y secretario del honorable Ayuntamiento, entre otros cargos que ocupó por esos años, menciona:
“Comenzó sus funciones el cuerpo municipal, con la imperfección consiguiente, pero con el celo y entusiasmo de una representación antes exclusiva a los españoles europeos, de ciudades, villas y otras poblaciones considerables. Los funcionarios electos, los más acomodados, notables relativamente y de mayor edad en la época, que venían a ser el consejo de los ancianos, eran, no censurados, si no murmurados con escarnio y ridiculizados por quienes estaban habitados a ver en estos puestos a respetables personas aristócratas de ‘buena y limpia sangre’. Ellos sin embargo, en su entusiasmo suplían de su peculio aquellos gastos públicos de una población nueva, elevada a la categoría de municipalidad, que por lo mismo de nueva en ambos sentidos, carecía de hacienda municipal y se necesitaba crearla con cuantos más elementos demandan las de su clase. Movieron desde luego al escaso vecindario y cooperaron para la adquisición de casa consistorial y cárcel de hombres. Otra de sus funciones fue el conocer de los asuntos de primera instancia en lo civil y criminal”.
En la elección resultaron electos los siguientes ciudadanos: Juan José Gómez, Alcalde primero y Presidente; Anastasio Mendieta Alcalde, segundo; José María Rodríguez y Victoriano Aguilar, síndicos; como regidores Vicente F. Lara, Ignacio Zarazúa, Luciano Andrade, José Vito Rivera, Rafael Arvizu, José de Jesús Martínez, Benito Ramírez y Miguel Mireles, así como Agustín de Horcasitas, secretario.
Miguel Ferro Herrera destaca que la remembranza es de vital importancia para visualizar el trayecto que ha tenido San José en la edificación de su vida municipal.
“Este mes de septiembre enmarca, por tanto, un suceso por demás relevante, pues hace 200 años se inició la construcción del cimiento de la vida política, económica y social de San José que, a pesar de sus altibajos le ha dado forma y esencia al devenir de los iturbidenses y de todas aquellas personas que se han sumado a la formación de nuestro municipio”.