Octubre 24, 2024
“Una pequeña comunidad rural en México sufre las muertes de tres niñas a debido al cáncer. Un grupo de mujeres decide investigar las causas, exponiendo inesperadamente la presencia de radiactividad en el agua. Su investigación detona una batalla en contra de las autoridades, determinadas en desbaratar sus esfuerzos. Su travesía exhibe los peligros que residen en los mantos acuíferos más profundos de México”.
Tras su reciente participación en la selección oficial del 22° Festival Internacional de Cine de Morelia, llega hoy a San José de Iturbide el documental “La edad del agua”, a cargo de los directores Alfredo e Isabel Alcántara, el cual retrata el grave problema de agua contaminada en la comunidad de La Cantera, dado a conocer hace casi diez años.
El largometraje será exhibido a las 4 de la tarde en el Auditorio de la Presidencia Municipal, con la participación de sus realizadores.
Bajo la dirección de los hermanos Alcántara, “La edad del agua” es un impactante documental que explora la crisis de agua contaminada en la comunidad de La Cantera, de San José de Iturbide, un problema que emergió a mediados de la pasada década.
A través de testimonios conmovedores y desgarradores, el documental revela la lucha social que durante años encabezaron habitantes contra la contaminación de sus fuentes de agua, provocando enfermedades y afectado gravemente su calidad de vida.
El largometraje, que acaba de participar en el FICM, destaca la impotencia de los residentes frente a la inacción de las autoridades y la lucha desesperada por el derecho básico al agua potable.
Alfredo e Isabel Alcántara capturan con sensibilidad y crudeza las escenas cotidianas de una comunidad atrapada entre la crisis sanitaria y su esfuerzo incansable por sobrevivir, mientras enfrenta los estragos de un sistema que parece haberlos olvidado.
“La edad del agua” no solo es una denuncia de la emergencia ambiental que afecta a esta comunidad, sino también una reflexión sobre la falta de acceso a un recurso vital que, en pleno siglo XXI, sigue siendo un privilegio para algunos.
Es, además, un retrato a la exigencia por el acceso a agua limpia, un recurso esencial que se ha visto gravemente afectado por la presencia de residuos industriales y metales pesados en las fuentes locales.
A través de testimonios desgarradores y escenas íntimas de la vida diaria, el documental pone en primer plano la desesperación, el enojo y la impotencia de los residentes, quienes sufren problemas de salud, abandono gubernamental y un futuro incierto.
La película también destaca los esfuerzos colectivos de la comunidad por alzar la voz ante esta crisis y la falta de acción por parte de las autoridades locales, estatales y federales, evidenciando el abandono institucional en el que viven.
Cabe recordar que en 2016 el hidrogeólogo investigador de la UNAM, Marcos Adrián Ortega Guerrero, dio a conocer los resultados de una de las tantas investigaciones que lleva haciendo en la comunidad desde hace varios años, en donde se expone que el agua que beben los habitantes de la comunidad contiene altos niveles de radiación. Esta última fue hecha dado que al menos cinco personas, entre ellas tres niñas, fallecieron por un cáncer muy agresivo, lo cual generó dudas respecto al origen de la enfermedad. (Con información del FICM)